ECONOMIA EN LA EDAD MODERNA.
Comienzan a proliferar las letras de cambio, que son instrumentos financieros que permiten mover dinero sin que este se mueva físicamente. Con ellas se evitaba enviar directamente el dinero lo que agilizaba enormemente los trámites y transacciones. Tras una letra de cambio se esconde una operación de crédito ya que el banquero esta prestando dinero y a su vez también tiene que hacer circular la letra de cambio por lo que también es una operación de transferencia, además de esto también puede tener función de cambio de moneda dado que el librado no tiene por que tener la misma moneda que el dador. Con una letra de cambio se puede recurrir al endoso que consistiría en que el librado utilizase la letra de cambio para comprar, con lo que la endosaría para pagar. La posibilidad de ser transferido entre comerciantes antes de que llegara la fecha de pago permitía que la letra circulase como dinero, lo que la hacía un instrumento de pago muy eficaz. La letra de cambio no sufrió grandes transformaciones formales a lo largo de toda la Edad Moderna.
Además de generalizarse el uso de letras de cambio también empieza a hacerse recurrente el pedir préstamos y el emitir deuda pública de la cual podemos distinguir dos tipos:
Deuda flotante: hace referencia a l os préstamos concedidos por una casa bancaria. Es a corto plazo y mucho más cara que la consolidada.
Deuda consolidada: a ella corresponden los títulos como Bonos del Estado o Letras del Tesoro. Es mucho más diferida en el tiempo lo que las hace de más reducido interés, en España recibían el nombre de juros.
Estos juros nacen en la hacienda de los Austria y se trata de una deuda pública remunerada hasta por un 10% con un interés que se podía negociar en los mercados financieros y que absorbió una parte una parte significativa del ahorro particular.
En algunos casos las propias ciudades emiten sus propios títulos de deuda. Todo esto contribuyó al desarrollo de las entidades financieras como los montes de piedad, que eran instituciones cuyo objetivo era favorecer a los más pobres, o los bancos que en un principio eran nominales, es decir, correspondían a una persona y no a un corporación como sucede con los actuales.
En un principio la banca se desarrolló principalmente en ciudades del Norte de Italia como Florencia, Milán o Venecia. El Banco de Inglaterra, que sería el equivalente a nuestro Banco de España, se creó a finales del s.XVII mientras que en España apareció en tiempos de Carlos III.
Toda esta evolución en la economía y las finanzas y el hecho de que se llevaran desarrollaran prácticas especulativas provocó el descontento de la Iglesia que llegó a condenar algunas de ellas, esto se debe a que en los primeros momentos de la Edad Moderna aún se mantenía la crítica hacia la usura
Con todo lo anteriormente citado podemos decir que a lo largo de los tres siglos en los que transcurre la Edad Moderna se desarrollará todo el sistema financiero iniciándose procesos que aún se realizan hoy día y se constituirán en buena parte los pilares para el futuro sistema capitalista que perdura hasta nuestros días.
EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA EN LAS DIFERENTES ÉPOCAS DE LA EDAD MODERNA.
S. XVI.
Al ser, como ya sabemos, un siglo de expansión se produce un gran desarrollo económico al que contribuyen: la llegada de oro y plata procedente de América, el gran auge de ferias y mercados como los de Amberes (que llegó a ser el principal núcleo comercial y financiero de Europa) o Medina del Campo a pesar de esto con la nueva dinámica de la actividad comercial y financiera las ferias evidencian sus inconvenientes debido a los costes del transporte de mercancías y porque la negociación debe ceñirse aun calendario insuficiente, esto hace que el descenso de comerciantes que llevan su mercancía a las ferias disminuya paulatinamente, el desarrollo industrial, el aumento de los préstamos bancarios y como hemos dicho anteriormente la creación de nuevos sistemas financieros. Algunos autores hablan de una revolución de los precios a lo largo de este siglo aunque también son muchos los que consideran excesivo este término pues a lo largo de todo el siglo los precios apenas se multiplicarían por 4 o 5, lo que está claro es que el aumento de los precios preocupó sobremanera a los contemporáneos de la época que llegaron a formular una teoría una primera teoría cuantitativista de la moneda en la Escuela de Salamanca.
S. XVII.
Se trata tradicionalmente como un siglo de recesión tanto económica como demográfica debido entre otras cosas al cambio climático que produjo un gran descenso de las temperaturas. Pero el hecho de que se le considere un siglo de crisis ha dado lugar a múltiples interpretaciones:
Crisis a todos lo niveles del ser humano: defendido por Mousnier.
Crisis económica al pasarse del sistema feudalista al capitalista, apoyado por Hobsbawm.
Crisis social, en las relaciones entre el Estado y la sociedad, entre la corte y el país como argumenta Trebor Roper.
Otros autores como Morineau niegan que hubiese una crisis.
La mayoría de los autores desde mediados del s.XX han considerado que el concepto de crisis general es el más adecuado.
Hay quien niega la palabra crisis y prefiere decir que fue un siglo de reajustes ya que no hay que olvidar que fuer durante esta centuria cuando empezaron a emerger nuevas potencias. Del como se sales de la crisis del s.XVII beben en buena medida los inicios de la Edad Contemporánea.
La agricultura seguirá siendo el sector predominante en el que las únicas innovaciones serán algunos cultivos procedentes de América como la patata o el maíz. Se produce una importante escasez de legumbre, hortalizas y frutas. En Holanda comienza el desarrollo del mercado de las flores que produjo el primer escándalo financiero de la época. Fue sin duda el sector que más sufrió la crisis que acaeció en la centuria. Se produjo una reducción de la cosecha de cereales y las explotaciones agrícolas también sufrieron un retroceso productivo, además de esto otro nuevo hecho agudizó el mal momento por el que pasaba el sector agrícola, y es que los poderosos decidieron incrementar su apropiación del producto agrícola ya que aprovecharon todo su poder para usurpar los bienes comunales e incrementar sus propiedades agrícolas. Todo esto provocó el progresivo endeudamiento del campesinado que en ocasiones llevó a la expropiación de sus propiedades.
Se desarrollan industrias de lujo como la del cristal, los muebles, los violines, encajes, joyería, nuevos paños, tabaco, etc. y el sector de la producción naval se hace aún más importante que en el siglo anterior. El mal momento afectó principalmente a la manufactura urbana tradicional lo que llevó a adoptar medidas innovadoras que hicieron que la actividad industrial se adaptara mejor a las condiciones del mercado lo que favoreció posteriormente el desarrollo del capitalismo, esta reestructuración fue en buena medida impulsada por la crisis que vivía la sociedad rural. Esta crisis hizo mella especialmente en la zona del Norte de Italia, en los centros de pañeros de alta calidad de lugares como Venecia ya que su demanda se hundió ante la competencia de productos más asequibles procedentes del noroeste europeo. También la industria pañera castellana sufrió bastante la crisis.
S. XVIII.
Nuevamente se produce una expansión, aumenta la demografía, también lo hace tráfico transoceánico y se incrementa el comercio.
Continúan las mismas estructuras agrícolas pero con la novedad de que ahora la agricultura está más vinculada al mercado. Se produce un incremento de la producción debido a aumento de las zonas cultivables ya que se roturan las tierras comunales. Existe una nueva mentalidad que aumenta el interés por mejorar el rendimiento con lo que proliferan los tratados de agrónomos en países como Francia, Inglaterra o Alemania.
La industria sigue siendo tradicional y manufacturera aunque sectores como el de la construcción y la industria textil, a partir del algodón, sufren un gran desarrollo al igual que, aunque en menor medida, la minería y la metalurgia. El carbón será fundamental como fuente de energía y propiciará, junto con otros factores, la Primera Revolución Industrial que tuvo origen en Inglaterra a finales de este siglo y que se inició en el sector textil con la invención de la máquina de tejer.
Se consolidará el comercio colonial ya con Gran Bretaña como potencia colonial, este dominio inglés se va da deber en buena parte a la Revolución Financiera que tuvo lugar en G.B a partir de 1688 y que modernizará por completo los sistemas financieros creándose el papel de la deuda. Se crea una deuda consolidada que era apoyada y garantizada por el Parlamento por lo que el pago se convierte en obligatorio. Se deben respetar las condiciones firmadas las cuales no pueden cambiar y se crea un mercado secundario en el que se pueden vender las deudas. Esto trae consecuencias como la captación de grandes cantidades de capital además de consolidar la estabilidad política y producirse un estímulo económico. Todo esto explica como y por que Gran Bretaña se convirtió en la gran potencia de los siglos XVIII y XIX.
DOCTRINAS ECONÓMICAS.
El mercantilismo: conjunto de escritos económicos junto a la propia práctica económica que se da en Europa entre mediados del s. XVI y las décadas centrales del s.XVII, produciéndose una ruptura con la escolástica que imperaba hasta ese momento.
Este término no fue acuñado en la época si no que fue acuñado posteriormente por los economistas liberales para denominar a una serie de conductas que ellos consideraban erróneas y contraproducentes como el hecho de otorgarle mucha más importancia al comercio que a la producción. Esto influye en el hecho de que no haya una escuela o doctrina mercantilista compacta, ya que la denominación mercantilismo se usa para denominar a toda una serie de teorías y prácticas cuyos orígenes se remontan en algunos casos al período bajo medieval, teniendo en la escuela de Salamanca uno de sus primeros focos de difusión.
Debido a esta escasa sistematización de las ideas mercantilistas su aplicación dependió en buena parte de la orientación política que le diera el monarca y de la capacidad de comerciantes y empresarios para hacer vales sus intereses y responder a las iniciativas del poder. Por ejemplo el mercantilismo en Francia tuvo como principal valedor a Colbert, tuvo un cariz principalmente industrial y alcanzó plenitud en el s. XVII, mientras en el resto de países europeos, aunque tuvo orientaciones similares, el mercantilismo no alcanzó su auge hasta la centuria siguiente. Un caso atípico es el de Holanda, donde nunca hubo pensadores mercantilitas destacados sino que debido a su papel de potencia económica hizo que se caracterizara por defender la libertad comercial sin que hubiese trabas que entorpecieran el tráfico comercial.
Según la doctrina mercantilista el todos los aspectos de la vida económica deberían ser intervenidos por el Estado a través de una legislación reguladora que pretendería mediar en el desarrollo económico, aumentando así la riqueza y el poder de las élites, y acrecentar el nivel de ingresos, tanto fiscales como no fiscales, que fluyen hacia el Estado desde todos los sectores de la economía para sostener el creciente gasto militar y suntuario.
Los monarcas intentan que sus súbditos prosperen económicamente, favoreciendo el incremento de sus ingresos y potenciando el consumo de los productos nacionales. Esto perseguía, no el bienestar de los ciudadanos como podría parecer a priori, sino que al incrementarse la actividad económica las arcas de la hacienda real se vieran favorecidas y así el monarca se aseguraría el poder.
Se produce un trato de favor hacia la producción de los territorios propios. Se lleva a cabo una política proteccionista y autárquica que intentará frenar las importaciones mediante la implantación de aranceles. Se intentará mantener el monopolio en todos lo territorios coloniales y evitar que otras economías actúen allí. Desde las últimas décadas del s.XVII el Estado se dedica a intentar promover y financiar a empresas manufactureras.
Según el mercantilismo la riqueza de un país se mide en oro y plata, un Estado es más rico cuanto mayor es su población. Los países que carecen de minas consideran que las actividades más importantes a proteger son la industria y el comercio. Se intenta que la balanza comercial sea siempre favorable ya que se basan en la teoría de ventajas absolutas, esto es, cuanto más gana uno, más pierde el otro. Así un Estado debe vender al extranjero más de lo que compra, y cuanto mayor sea su grado de autarquía mejor. El objetivo final que se persigue es el fortalecimiento del Estado.
Comienzan a proliferar las letras de cambio, que son instrumentos financieros que permiten mover dinero sin que este se mueva físicamente. Con ellas se evitaba enviar directamente el dinero lo que agilizaba enormemente los trámites y transacciones. Tras una letra de cambio se esconde una operación de crédito ya que el banquero esta prestando dinero y a su vez también tiene que hacer circular la letra de cambio por lo que también es una operación de transferencia, además de esto también puede tener función de cambio de moneda dado que el librado no tiene por que tener la misma moneda que el dador. Con una letra de cambio se puede recurrir al endoso que consistiría en que el librado utilizase la letra de cambio para comprar, con lo que la endosaría para pagar. La posibilidad de ser transferido entre comerciantes antes de que llegara la fecha de pago permitía que la letra circulase como dinero, lo que la hacía un instrumento de pago muy eficaz. La letra de cambio no sufrió grandes transformaciones formales a lo largo de toda la Edad Moderna.
Además de generalizarse el uso de letras de cambio también empieza a hacerse recurrente el pedir préstamos y el emitir deuda pública de la cual podemos distinguir dos tipos:
Deuda flotante: hace referencia a l os préstamos concedidos por una casa bancaria. Es a corto plazo y mucho más cara que la consolidada.
Deuda consolidada: a ella corresponden los títulos como Bonos del Estado o Letras del Tesoro. Es mucho más diferida en el tiempo lo que las hace de más reducido interés, en España recibían el nombre de juros.
Estos juros nacen en la hacienda de los Austria y se trata de una deuda pública remunerada hasta por un 10% con un interés que se podía negociar en los mercados financieros y que absorbió una parte una parte significativa del ahorro particular.
En algunos casos las propias ciudades emiten sus propios títulos de deuda. Todo esto contribuyó al desarrollo de las entidades financieras como los montes de piedad, que eran instituciones cuyo objetivo era favorecer a los más pobres, o los bancos que en un principio eran nominales, es decir, correspondían a una persona y no a un corporación como sucede con los actuales.
En un principio la banca se desarrolló principalmente en ciudades del Norte de Italia como Florencia, Milán o Venecia. El Banco de Inglaterra, que sería el equivalente a nuestro Banco de España, se creó a finales del s.XVII mientras que en España apareció en tiempos de Carlos III.
Toda esta evolución en la economía y las finanzas y el hecho de que se llevaran desarrollaran prácticas especulativas provocó el descontento de la Iglesia que llegó a condenar algunas de ellas, esto se debe a que en los primeros momentos de la Edad Moderna aún se mantenía la crítica hacia la usura
Con todo lo anteriormente citado podemos decir que a lo largo de los tres siglos en los que transcurre la Edad Moderna se desarrollará todo el sistema financiero iniciándose procesos que aún se realizan hoy día y se constituirán en buena parte los pilares para el futuro sistema capitalista que perdura hasta nuestros días.
EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA EN LAS DIFERENTES ÉPOCAS DE LA EDAD MODERNA.
S. XVI.
Al ser, como ya sabemos, un siglo de expansión se produce un gran desarrollo económico al que contribuyen: la llegada de oro y plata procedente de América, el gran auge de ferias y mercados como los de Amberes (que llegó a ser el principal núcleo comercial y financiero de Europa) o Medina del Campo a pesar de esto con la nueva dinámica de la actividad comercial y financiera las ferias evidencian sus inconvenientes debido a los costes del transporte de mercancías y porque la negociación debe ceñirse aun calendario insuficiente, esto hace que el descenso de comerciantes que llevan su mercancía a las ferias disminuya paulatinamente, el desarrollo industrial, el aumento de los préstamos bancarios y como hemos dicho anteriormente la creación de nuevos sistemas financieros. Algunos autores hablan de una revolución de los precios a lo largo de este siglo aunque también son muchos los que consideran excesivo este término pues a lo largo de todo el siglo los precios apenas se multiplicarían por 4 o 5, lo que está claro es que el aumento de los precios preocupó sobremanera a los contemporáneos de la época que llegaron a formular una teoría una primera teoría cuantitativista de la moneda en la Escuela de Salamanca.
S. XVII.
Se trata tradicionalmente como un siglo de recesión tanto económica como demográfica debido entre otras cosas al cambio climático que produjo un gran descenso de las temperaturas. Pero el hecho de que se le considere un siglo de crisis ha dado lugar a múltiples interpretaciones:
Crisis a todos lo niveles del ser humano: defendido por Mousnier.
Crisis económica al pasarse del sistema feudalista al capitalista, apoyado por Hobsbawm.
Crisis social, en las relaciones entre el Estado y la sociedad, entre la corte y el país como argumenta Trebor Roper.
Otros autores como Morineau niegan que hubiese una crisis.
La mayoría de los autores desde mediados del s.XX han considerado que el concepto de crisis general es el más adecuado.
Hay quien niega la palabra crisis y prefiere decir que fue un siglo de reajustes ya que no hay que olvidar que fuer durante esta centuria cuando empezaron a emerger nuevas potencias. Del como se sales de la crisis del s.XVII beben en buena medida los inicios de la Edad Contemporánea.
La agricultura seguirá siendo el sector predominante en el que las únicas innovaciones serán algunos cultivos procedentes de América como la patata o el maíz. Se produce una importante escasez de legumbre, hortalizas y frutas. En Holanda comienza el desarrollo del mercado de las flores que produjo el primer escándalo financiero de la época. Fue sin duda el sector que más sufrió la crisis que acaeció en la centuria. Se produjo una reducción de la cosecha de cereales y las explotaciones agrícolas también sufrieron un retroceso productivo, además de esto otro nuevo hecho agudizó el mal momento por el que pasaba el sector agrícola, y es que los poderosos decidieron incrementar su apropiación del producto agrícola ya que aprovecharon todo su poder para usurpar los bienes comunales e incrementar sus propiedades agrícolas. Todo esto provocó el progresivo endeudamiento del campesinado que en ocasiones llevó a la expropiación de sus propiedades.
Se desarrollan industrias de lujo como la del cristal, los muebles, los violines, encajes, joyería, nuevos paños, tabaco, etc. y el sector de la producción naval se hace aún más importante que en el siglo anterior. El mal momento afectó principalmente a la manufactura urbana tradicional lo que llevó a adoptar medidas innovadoras que hicieron que la actividad industrial se adaptara mejor a las condiciones del mercado lo que favoreció posteriormente el desarrollo del capitalismo, esta reestructuración fue en buena medida impulsada por la crisis que vivía la sociedad rural. Esta crisis hizo mella especialmente en la zona del Norte de Italia, en los centros de pañeros de alta calidad de lugares como Venecia ya que su demanda se hundió ante la competencia de productos más asequibles procedentes del noroeste europeo. También la industria pañera castellana sufrió bastante la crisis.
S. XVIII.
Nuevamente se produce una expansión, aumenta la demografía, también lo hace tráfico transoceánico y se incrementa el comercio.
Continúan las mismas estructuras agrícolas pero con la novedad de que ahora la agricultura está más vinculada al mercado. Se produce un incremento de la producción debido a aumento de las zonas cultivables ya que se roturan las tierras comunales. Existe una nueva mentalidad que aumenta el interés por mejorar el rendimiento con lo que proliferan los tratados de agrónomos en países como Francia, Inglaterra o Alemania.
La industria sigue siendo tradicional y manufacturera aunque sectores como el de la construcción y la industria textil, a partir del algodón, sufren un gran desarrollo al igual que, aunque en menor medida, la minería y la metalurgia. El carbón será fundamental como fuente de energía y propiciará, junto con otros factores, la Primera Revolución Industrial que tuvo origen en Inglaterra a finales de este siglo y que se inició en el sector textil con la invención de la máquina de tejer.
Se consolidará el comercio colonial ya con Gran Bretaña como potencia colonial, este dominio inglés se va da deber en buena parte a la Revolución Financiera que tuvo lugar en G.B a partir de 1688 y que modernizará por completo los sistemas financieros creándose el papel de la deuda. Se crea una deuda consolidada que era apoyada y garantizada por el Parlamento por lo que el pago se convierte en obligatorio. Se deben respetar las condiciones firmadas las cuales no pueden cambiar y se crea un mercado secundario en el que se pueden vender las deudas. Esto trae consecuencias como la captación de grandes cantidades de capital además de consolidar la estabilidad política y producirse un estímulo económico. Todo esto explica como y por que Gran Bretaña se convirtió en la gran potencia de los siglos XVIII y XIX.
DOCTRINAS ECONÓMICAS.
El mercantilismo: conjunto de escritos económicos junto a la propia práctica económica que se da en Europa entre mediados del s. XVI y las décadas centrales del s.XVII, produciéndose una ruptura con la escolástica que imperaba hasta ese momento.
Este término no fue acuñado en la época si no que fue acuñado posteriormente por los economistas liberales para denominar a una serie de conductas que ellos consideraban erróneas y contraproducentes como el hecho de otorgarle mucha más importancia al comercio que a la producción. Esto influye en el hecho de que no haya una escuela o doctrina mercantilista compacta, ya que la denominación mercantilismo se usa para denominar a toda una serie de teorías y prácticas cuyos orígenes se remontan en algunos casos al período bajo medieval, teniendo en la escuela de Salamanca uno de sus primeros focos de difusión.
Debido a esta escasa sistematización de las ideas mercantilistas su aplicación dependió en buena parte de la orientación política que le diera el monarca y de la capacidad de comerciantes y empresarios para hacer vales sus intereses y responder a las iniciativas del poder. Por ejemplo el mercantilismo en Francia tuvo como principal valedor a Colbert, tuvo un cariz principalmente industrial y alcanzó plenitud en el s. XVII, mientras en el resto de países europeos, aunque tuvo orientaciones similares, el mercantilismo no alcanzó su auge hasta la centuria siguiente. Un caso atípico es el de Holanda, donde nunca hubo pensadores mercantilitas destacados sino que debido a su papel de potencia económica hizo que se caracterizara por defender la libertad comercial sin que hubiese trabas que entorpecieran el tráfico comercial.
Según la doctrina mercantilista el todos los aspectos de la vida económica deberían ser intervenidos por el Estado a través de una legislación reguladora que pretendería mediar en el desarrollo económico, aumentando así la riqueza y el poder de las élites, y acrecentar el nivel de ingresos, tanto fiscales como no fiscales, que fluyen hacia el Estado desde todos los sectores de la economía para sostener el creciente gasto militar y suntuario.
Los monarcas intentan que sus súbditos prosperen económicamente, favoreciendo el incremento de sus ingresos y potenciando el consumo de los productos nacionales. Esto perseguía, no el bienestar de los ciudadanos como podría parecer a priori, sino que al incrementarse la actividad económica las arcas de la hacienda real se vieran favorecidas y así el monarca se aseguraría el poder.
Se produce un trato de favor hacia la producción de los territorios propios. Se lleva a cabo una política proteccionista y autárquica que intentará frenar las importaciones mediante la implantación de aranceles. Se intentará mantener el monopolio en todos lo territorios coloniales y evitar que otras economías actúen allí. Desde las últimas décadas del s.XVII el Estado se dedica a intentar promover y financiar a empresas manufactureras.
Según el mercantilismo la riqueza de un país se mide en oro y plata, un Estado es más rico cuanto mayor es su población. Los países que carecen de minas consideran que las actividades más importantes a proteger son la industria y el comercio. Se intenta que la balanza comercial sea siempre favorable ya que se basan en la teoría de ventajas absolutas, esto es, cuanto más gana uno, más pierde el otro. Así un Estado debe vender al extranjero más de lo que compra, y cuanto mayor sea su grado de autarquía mejor. El objetivo final que se persigue es el fortalecimiento del Estado.
Faltaría explicitar las fuentes de información suplementarias que se han utilizado para elaborar esta entrada
ResponderEliminarGracias, soy economista en proceso y me sirvio la infomación. Dios te bendiga
ResponderEliminarY como pagaban para evitar robos?
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